20.1.12

Y cuando ella llega, un rayo de sol alumbra tus ojos, mientras la sombra del mismo diablo enceguece tus pupilas, llevándote al infierno mismo, al mayor de tus placeres, a se lugar donde te sentís vos, donde sos quien querés ser.
Mientras bailas con todos tus fantasmas, en una danza interminable y cruel, sentís tus poros brillar, en la enceguecedora luz de esa blanca reina.
Sus abrazos de locura te llevan al borde del precipicio, donde te fascina estar, donde te encanta bailar, donde te enceguece vivir.
Y sabes qué? Aunque te mate, la amas, la extrañas, la dejas ser parte de tu vida. Y sobre todo, para peor, TE HACE HERMOSO!

No hay comentarios:

Publicar un comentario