Las ultimas aventuras se escapaban delante de mi nariz, y solo supe correrlas.
Agotada y angustiada, perseguí ilusiones vanas y oscuras.
Rodeada de perros feroces, y sus afilados colmillos.
Un paso en falso, podría conducirme al infierno; pero un paso solo es eso, un paso.
Pequeñas partes de la hoguera de la vida, cruel enceguecedora.
Victorias, derrotas.
Derrotas, victorias.
Marcas a fuego en sacos de piel que lloran, aferrando sus últimos minutos
al Dios en el que nunca creyeron.
Sus cansados ojos lloran sangre y mil, crean e alimento de esos crueles ángeles morbosos, 
que un día cayeron en picada mortal, como nosotros.
Frios, helados, helados en el medio del ardor del inframundo.
Y me aspiran. Y aspiro.
Aspiro su magia y su locura, para ser solo eso,
un helado ángel, en un hirviente infierno...

COMPUS SUI, COMPUS OMNIUM...
Y mientras esa noche llenaba de humo mis pulmones
y hartaba de alcohol mi sangre
bailamos dance macabre
sin otro final que el puto fin.
Soñé con que soples mis dolores
y llenes mi alma
alejándome de todo lo demás
mientras sonreía, apurando el tramite
dándote lo mejor de mi.
Jamás mire atrás, ni busque consuelo en un hombro que no sea el tuyo.
Nunca sustraje de mi ni un solo recuerdo,
ni un ínfimo instante le robe a mi memoria.
Deje en mi lengua todos tus argots
y seguí jugando al truco.
Volví a tomar vino con las comidas,
y esperando un nuevo despertar.
Mis sueños de revolución, siguen acompañados de tu mano;
entonces,
cual es la lógica de esto?
C'est la vie! C'est la vie!
Sueños y esperanzas,
pesadillas y perdidas,
se entremezclan en mi cabecita loca.
Mierda! Mierda, mierda!
Otra vez me tope con tu perfume en la calle
Y (otra vez) caí y me desarme por ahí...

Insomnio. Espejismos inauditos de una mente psicópata.
Me disfrazo, engaño mis sentidos con drogas lisérgicas. 
Creo realidades al son de un hi-hat.
Pero todo se desvanece cuando apareces,
nublando todo, retrayendome de nuevo al pozo,
otra vez en cero...
Volves a ser omnipresente, ocupando todo,
volviendo mi mundo (otra vez) a tu órbita,
EGOISTAMENTE.
Me escondo, mientras el barco se hunde.
Todo se oscurece, y no te encuentro
Sin descanso te busco,
humilde y codicioso ser.
Con tu obnubilante presencia
creaste una realidad absurda
parecida a una epopeya,
ambientando tu papel
a un héroe  mitológico, dejando de mi,
solo las cenizas del fénix que un día fui.

Tequila, cocaína, un cerebro que se autodestruye. 

Un recuerdo que me altera, y una risa que se ríe de mí.

Un mundo que gira incansable y abstracto.

Colores que se desvanecen en la bruma, ideas dementes.

Una copa se vacía, otra se vuelve a llenar,

Un paso, otro, y otro más, camino a la nada.

Y espero... pero, qué espero?

Un príncipe, seguro que no.

Ni una solución, ni el olvido,

Prefiero siempre recordar, aunque duela.

Y me corre un fantasma gris,

Que conoció la muerte y todo eso de más allá

Que me grita, Reacciona!, mientras silva.

Y me espera una dama oscura, 

Disfrazada de sabiduría, de paciencia.

Y me pregunto, vivo o sueño?

Sueño o vivo?

Algunas noche, solo intento comprender como dentro de un alma, puede caber tanto amor, tanta admiración; como se puede extrañar tanto, pensar tanto en alguien, derramar tanta luz en ese recuerdo.
Jamas comprendí como dos ojos, pueden volverse tan omnipresentes, ser tan tangibles en la psiquis. 
Siempre alentándome a seguir, siempre empujándome al vacío. Y en una evocación mis pasos vuelven a tomar ritmo, a buscar la imperfección, para tus ojos, para tu risa.
Y te extraño, siempre te echo de menos. Vendería el alma al diablo por un poco de ese perfume inalterable de tu piel al hacer el amor...

Corriendo al ritmo del sol, con latidos de luna, mis pasos se pierden, orientándose a tu locura, que vende versos de amor y adicción en partes iguales, obnubilando con blancos resplandores, esnifandome el cerebro.
Volves la primavera invierno, con un helado susurrar destruis todo, menos las flores con espinas.  
Desbordas de mentiras-verdades en una noche de luna llena, vertiendo promesas cual rubíes, brillantes como la sangre.
Revolucionando mi armonía escapaste, dejando desorden y paranoia a tu paso con un hermoso infierno tambaleante...

Intento calmar el mal, se que te sueño, mientras duermo en colchones de espinas.
Pierdo mi dignidad en tu aliento, cae la confianza en mi en tus puños.
Cierro mis ojos y lloro, gritando en silencio, mientras mil estrellas me oscurecen.
Soy la metamorfosis de quien brillo en tu mejor pesadilla, enloqueciendote.
Sos el reparo de un deseo sin dueño, de la canción de un asteroide. 
Los pasos del pasado me persiguen, en una danza sin fin, cálida y morbosa, escapando de un turbio y nebuloso futuro, destruyendo el bienaventurado presente.
Mi cabeza se inmola en pensamientos absurdos, en la espera de tu adiós eterno y de tus insatisfacciones.
Pero solo es un sueño; el despertar será magnifico...tal vez.