20.1.12

Mil y una noche pase en vela, intentando encontrar mi sonrisa en ese recuerdo que dejaste, buscando incansablemente en esa nebulosa que posaste en mi cabeza.
Busque y busque la respuesta de porque tanto amor se transformo en rencor, de porque eso tuvo tan poco valor, sin jamas entender, ni entendernos.
Vi que dos locos jamás podrán ser felices juntos si no lo son por separado; que juntos serán pólvora, se unirán hasta la explosión y, al explotar solo generaran sangre, esparcirán odio y malestar a su paso, corromperán lazos que nunca pudieron ser corrompidos, pero brillaran por ser pólvora, MAGNÍFICAMENTE.
Esa atracción fatal, que puede generar una masacre, hará que todos los ojos se posen en ellos, en algo que será destrucción, pero, como al ver la ola de un tsunami que arrasara una metrópolis, seguirá siendo un hermoso espectáculo, y todo el mundo deseara poder detenerse un segundo sobre su cúspide, aunque esto lo cueste la vida, para sentir solo esa sensación... y vos sos eso, la cúspide de mi propio tsunami, al que subí, y que ahora se llevo todo.

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