20.1.12


Siempre que me paro a mirar que espero de mi destino, siempre que me pongo a pensar en las cosas lindas que me pasan, siempre que me pongo a pensar las cosas que deseo, te apareces ahí, influyendo en todo, cambiando el rumbo de todo, girando mi mundo en torno a tu perfume.
Me di cuenta que generas algo en mi, parecido a lo que genera la música, me encanto toda la vida aturdirme de ella, sentirla en la piel, dejarla hacerme vibrar, como vos, en el mejor de los sentidos, en ese que hace que cuando te veo, todo dentro se mueva y se libere ese potencial, eso que me da ganas hasta de llegar de un recital y ponerme a hacer tu trabajo...
Verte dormir, realmente es de las cosas que más me gustan... Tenes tanta paz adentro, tanta tranquilidad, generas una energía tan particular, que haces que a tu alrededor todo brille, todo cambie de colores, casi como una ración de lsd. Generas que la gente gire a tu alrededor como un insecto a una lampara, logras que tu gravedad pese más que la del universo. 
A veces me da miedo, saber que mi felicidad termina en vos, a veces me da ganas de taparme la cabeza con la sabana , y permanecer ahí, no arriesgarme a perder, y lastimarme a mi misma más de lo que la situación lo amerita; a veces me da coraje, saber que enfrentar mis miedos, a perder, a sentir dolor, a salir herida, todos, puedo enfrentarlos, y ganarles, me da valor. 
Se que soy una mujer que merece muchisimo, que es hermosa a los ojos de muchos, alagada por manadas de hombres sin rostro, pero también soy una persona frágil, más de lo que debería permitirme, que el menor soplo de rechazo, puede destruir castillos que me cuesta milenios construir; puedo ser tan fuerte como las ruinas de los Incas, o tan débil como el cantar de un colibrí. 
Es difícil y raro aceptar que puedo dejar mi "destino", en las manos de algo que no sea yo misma (cosa que debería levantarte mucho el autoestima a vos), pero a la vez se vuelve algo placentero, es como el dolor, en algunos casos, provoca placer... Es como la cocaína, uno sabe que lo destruye, pero es mágica y perfecta. Vos sos eso, mi dosis perfecta de cocaína, mi dosis perfecta de droga, de enfermedad y de cura, de autodestrucción placer.
Tu gracia me da miedo, y en tus ojos puedo ver el abismo más oscuro, desde donde se ve el mismísimo infierno, ese que da terror e inquietud, ese que genera tantas ganas de saber que hay más allá que da ganas de visitarlo, solo para sacarse la duda de saber que pudo haber pasado en el caso de que uno no lo intentara, sin miedo de perder más de lo que puede ganar, sin miedo de sufrir más de lo que puede disfrutar; esa oscuridad que genera tanta adicción que se vuelve necesaria para la vida, que al ser tan oscura se vuelve necesaria para diferenciar los colores, y poder disfrutarlos. 
Como leí un día en un libro, "El león se enamoro de la oveja. Que estúpida oveja, y que masoquista ese león", me enamore de mi predador, de ese ser que tiene el poder, de destruirme en un mordisco, y que ,seguramente, lo disfrutaría, y lo padecería a la vez. Vos, hermoso y frágil depredador de mi especie, sos tan necesario para que mi mundo gire en equilibrio, para que se mantenga el orden de las cosas...

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