La Barca pasó y el río quedó, al fin, quieto..

Negras nubes encierran un cielo esplendido, así como vos generas una enorme oscuridad, para tapar tu brillo y con el, tu debilidad, dejando pasar la vida de largo, sin inmiscuirte en nada, creando una realidad efímera y vacía. 
Oscureces el día e iluminas la noche, volves todo confuso a tu alrededor, cual ola de desesperación, cual masacre social, robando la vida de todo lo que te rodea, absorbiendo su néctar vial, solo para sentirse poderoso.  
Podrías ser todo si lo quisieras, pero preferís quedarte en la muchedumbre y perderte en ella, por miedo a disiparte.
Y siempre caigo, y me hundo en la multitud, solo por sostener tu mano.