22.2.12

El viento corre frío en la ciudad, parecido a mi sangre, helada y dulce. 
En un beso tuyo, se perdió todo; dónde está ese añorado consuelo que prometiste un día?
Igual te sonrío che! Te muestro mi mayor hermosura, mientras me desarmo por dentro, soñandote.
Seré más feliz en la soledad, lo se, pero ansío tanto tu concomitancia...
Contagiándome tu criminalidad, nos hundimos en el misterio del asfixiante rock, violando las normas primitivas del hombre, hundiendo sin piedad, nuestros dedos en las más desagradables heridas. 
Caen tus disfraces malolientes, dejando ver, tus ojos destrozados por la noche, y tus marcas de niebla en la piel. 
Nos dimos vacaciones de nosotros mismos, y dejamos todo en el anden, perdiendo magia, ganando relampagueos constantes de tormentas asquerosas. 
Rogamos hechizos que nos roben la compostura, para volver a ser nada, y así dejar de dolernos.
Y en un abrazo, me fundí en vos, aunque había dejado todo en el anden, eras más que todo, y así me convenciste... 

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