2.4.12

Vuelve el insomnio.
Volvió con tu recuerdo, y con tu perfume, acompañado de tu imagen en mi retina (imborrable e invariable).
Le vendí mi libertad a ese fantasma, hace una larga primavera, rogándole solo no desear volver, y me embauco.
Me pierdo en las sombras, en el comienzo del frío, y extraño prepararte café.
Todo duele morocho, todo sufre en mí...y me enojo; por darte este lugar, por darme el lugar.
No comprendo como puede doler tanto aunque el reloj siga corriendo, y corriendo, incansable.
Pierdo y doy de nuevo. Vuelvo a perder, y hoy... ya no quiero jugar...

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