13.3.12

Algunas noche, solo intento comprender como dentro de un alma, puede caber tanto amor, tanta admiración; como se puede extrañar tanto, pensar tanto en alguien, derramar tanta luz en ese recuerdo.
Jamas comprendí como dos ojos, pueden volverse tan omnipresentes, ser tan tangibles en la psiquis. 
Siempre alentándome a seguir, siempre empujándome al vacío. Y en una evocación mis pasos vuelven a tomar ritmo, a buscar la imperfección, para tus ojos, para tu risa.
Y te extraño, siempre te echo de menos. Vendería el alma al diablo por un poco de ese perfume inalterable de tu piel al hacer el amor...

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